INDH llevó el registro audiovisual de esta obra teatral a 16 ciudades, en que se presentó con la colaboración de universidades, municipalidades, centros culturales y actores locales. En cada una se hizo un conversatorio, en algunas ocasiones encabezado por su director, Víctor Carrasco.
El pasado 31 de octubre, en Chillán, se mostró por última vez la obra teatral “La Amante Fascista” después de más de dos meses de exhibiciones de su registro audiovisual en todo el país. El ciclo fue producto de una alianza entre el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) y la Fundación Teatro a Mil. La exhibición del registro de esta obra, pieza emblemática del teatro chileno, generó espacios de diálogo sobre memoria histórica, democracia y DD.HH.
La obra se presentó en 16 comunas. Arica, Alto Hospicio, Antofagasta, Illapel, Salamanca, Valparaíso, Melipilla, Quinta Normal, Cerrillos, Talca, Ñuble, Temuco, Puerto Montt, Castro, Punta Arenas y Puerto Williams recibieron el registro. Más de 1.200 personas asistieron. Estudiantes, dirigentas y dirigentes sociales, y vecinas y vecinos estuvieron entre ellos. La obra fue escrita por Alejandro Moreno, la dirigió Víctor Carrasco y la actriz Paulina Urrutia la protagonizó. El registro audiovisual lo realizó Vicente Sabatini.
Un trabajo que coordinó la Unidad de Promoción, Educación y Participación (UPEP) con los equipos regionales del INDH permitió su desarrollo. En cada función colaboraron universidades, municipios, centros culturales y actores locales. Tras la proyección, se realizaban conversatorios, conducidos por los profesionales del INDH. Esto permitió un diálogo sobre la importancia de la memoria histórica para consolidar la democracia.
El director de “La Amante Fascista”, Víctor Carrasco, participó en varios de los conversatorios hechos después de exhibir la obra. “La experiencia vivida en los conversatorios me deja un saldo extremadamente positivo y agradable. Los asistentes a las proyecciones se quedaron a expresar sus ideas y también interesantes preguntas”, indicó el director.
Carrasco destacó la labor desplegada por los funcionarios del INDH en cada sitio donde se vio la obra. “Hicieron un impecable trabajo conduciendo la conversación de manera precisa y educativa. Más aún, considerando que la pieza de Alejandro Moreno toca temas complejos como el negacionismo, el abuso, la tortura y desaparición. Desde una perspectiva muy descarnada. La gente que vive lejos de Santiago lo agradece. Y yo, como artista comprometido con mi labor, también”.
