Cada 31 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Visibilidad Trans. La fecha recuerda que en 2009, Rachel Crandall, cofundadora de la Organización Transegénero Michigan y activista trans, impulsó este día para la conmemoración y la visibilización de la comunidad trans frente a la necesidad de reflexionar y tomar conciencia sobre la realidad de las personas trans, y las diversas formas de discriminación y violencia que enfrentan.
En la actualidad, y gracias al trabajo permanente de las organizaciones de la sociedad civil que defienden los derechos de las personas trans, así como los organismos de derechos humanos, cada día hay pequeños avances en el reconocimiento de que los derechos de las personas trans son derechos humanos.
De este modo, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA) en 2012 dejó de categorizarla como un trastorno de identidad sexual a un diagnóstico de disforia de género, mientras que en 2018 la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de reconocer a la identificación trans como un trastorno de identidad de género y pasó a definirla como una condición estrechamente relacionada a la salud sexual.
Es importante recordar que las personas trans son aquellas cuya identidad de género -definida como el sentir más profundo e íntimo de una persona sobre quién es- no es coincidente con su sexo -definido como las características biológicas otorgadas a un sujeto al nacer- y que desde un enfoque de derechos es imprescindible reconocer la identidad de género de cada persona, para el respeto a la misma.
Según la organización OTD Chile, “el acto de visibilizar en lo que refiere a diversos grupos históricamente oprimidos, tiene relación con el ideal de que en algún momento, en algún lugar, todas las personas podrán vivir su vida en plenitud, sin miedos ni temores de ser lo que son. Pero visibilizar, también es de vital relevancia para la subsistencia”.